LLega la primavera a Tinedo.

47 hectáreas que se vuelcan en el vino de terruño.

Con la llegada de la primavera a Finca Tinedo, esperamos ansiosos que la vid comience a despertar y el color llegue de nuevo a nuestro viñedo.

Es una auténtica maravilla ver cómo la naturaleza nos sorprende cada año y cómo la vida se abre paso para dar comienzo a una nueva fase de brotación y floración de la vid. En Finca Tinedo, esperamos con ilusión este momento que según el clima que tenemos, continental seco, suele llegar más bien a final de la primavera y comienzo del verano, para poder compartirlo con vosotros.

Con esa misma ilusión nos volcamos desde siempre, desde nuestros inicios en 1846, en la práctica de una viticultura sostenible, de la que excluimos el uso de herbicidas y de productos de síntesis. Además, realizamos prácticas de conservación de suelo y hacemos una gestión eficaz del agua. Esto nos permite mantener una rica biodiversidad que contribuye a equilibrar el ecosistema del viñedo, a que permanezca sano de manera natural, y de esta forma controlar plagas y enfermedades.

Finca Tinedo tiene un terreno suavemente ondulado, con elevaciones de alrededor de 700m.

• Su principal tipo de suelo es el resultado de la descomposición de la marga caliza de origen marino. Estos suelos son fáciles de trabajar sin necesidad de recurrir a herbicidas y tienen buenas reservas de agua incluso en periodos secos, favoreciendo la obtención de vinos concentrados y con buenos taninos. En estos suelos tenemos fundamentalmente el tempranillo.
  
• El otro tipo es un aluvión de río más reciente (terrazas bajas), es rico en arcilla caliza y grava silícea, fuerte y difícil de trabajar. Sobre él se levanta una pequeña plantación de viñas de variedades blancas, Sauvignon blanc y Moscatel de grano menudo, que se benefician de esta fortaleza.
  
• Y el aluvión más antiguo (terrazas altas) se ha degradado, dejando la grava y la arena en superficie y la arcilla y la piedra caliza debajo. Los vinos que proceden de esta zona, graciano y syrah, son florales con tanino fresco, fruto de la influencia de la grava silícea ácida de la superficie.

47 hectáreas y 22 parcelas dedicadas al vino de terruño y una forma de trabajar que obtiene su recompensa: vinos equilibrados y complejos gracias a que el viñedo completa su ciclo biológico, gracias a que preservamos las cualidades de la finca para trasladar a la uva esas peculiaridades de nuestro terroir y gracias a que cooperamos con los objetivos de desarrollo sostenible, de una manera modesta pero sincera.

¡Bienvenid*s!

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